Desde siempre he sido una persona muy sensible y extrovertida, cuando tuve que decidir sobre que camino tomar dudé mucho entre la carrera de bellas artes y trabajo social. ¿Adivináis por cual me decanté? Efectivamente, trabajo social. 

Hace casi 10 años decidí que quería dedicarme a la fotografía y comencé inmortalizar con mi cámara los momentos más importantes de los que me rodeaban.

Hoy puedo decir que lo he logrado,  vivo por y para la fotografía. Mis primeros pasos en Alicante, sin olvidar  a todas las barriguitas que fotografié en Barcelona y actualmente me encuentro en Cartagena, Murcia.

Es en esta última etapa, al vuelvo a casa, es cuando descubro que la fotografía de boda es lo que realmente me apasiona. 

Me encantan las personas, las historias que las mueven y hablar, hablar con ellas. Contar sus historias a través de mis fotos. Pensar que esas fotografías siempre van a estar pese al paso del tiempo, que siempre podremos volver a esos momentos aunque esas personas ya no estén cerquita. Eso es lo que verdaderamente me emociona de mi trabajo. 

Desde pequeña tengo una caja donde guardo momentos felices materializados en fotos. Eso es lo que pretendo seguir haciendo por mucho tiempo, Inmortalizar vuestro recuerdos más bonitos y felices, de forma natural, en un espacio donde poder ser uno mismo y reír o llorar según lo sintamos en cada momento. Si es de risa mejor que mejor, pero sino es así, no te preocupes, te acompañaré con un klinex y te daré un abrazo.